Carta abierta a CFK
Reinstalar la movilidad social ascendente que caracterizó a la República Argentina requiere comprender que los problemas de la pobreza no se solucionan desde las políticas sociales, sino desde las políticas económicas. (“Discurso del Señor Presidente de la Nación, Doctor Nestor Kirchner ante la Honorable Asamblea Legislativa”, 25 de mayo de 2003)
Grito Cartonero ¡!
José León Suárez, 11 de junio de 2012
Compañera Presidenta.
Dra. Cristina Fernández de Kirchner:
De nuestra consideración.
El objeto de la presente es poner en vuestro conocimiento las circunstancias que desatan el constante conflicto que transitamos los trabajadores de las plantas sociales que funcionan en el predio de el Ceamse, más precisamente en el relleno Norte III. Estas “plantas sociales” son el cobijo donde casi 800 trabajadores desempeñamos la tarea de minimizar y reutilizar los residuos sólidos domiciliarios, los cuales son generados en los millones de hogares ubicados en la Ciudad de Buenos Aires y constituyen la mitad de los residuos que se generan en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires. En este sentido, nuestra actividad es la única tarea real en pos del cuidado del medio ambiente. Casi todos nosotros vivimos en los barrios que se erigen alrededor del relleno y del río Reconquista, que le da nombre a nuestra región conocida como el Área Reconquista.
Nuestras casas han sido construidas sobre antiguos basurales clandestinos, por eso esta zona es hoy un territorio que fue recuperado para ser habitado por decenas de miles de familias. Y aunque peleamos cada día por progresar, y no nos resignamos, tenemos que convivir con las consecuencias de ser una zona de enterramiento de basura, lo cual repercute en nuestra calidad de vida, siempre amenazada por las enfermedades crónicas y degenerativas, la contaminación y las plagas, y la falta de infraestructura para atender el daño ambiental que produce la basura que se genera en otros barrios, pero que siempre viene a los nuestros.
Usted, Sra. Presidenta, sabe que nuestra región es reconocida por ser una zona en la que el cirujeo ha sido desde hace décadas un refugio constante frente a la pobreza, habiéndose hecho tristemente célebre desde los fusilamientos de J.L.Suarez.
Las familias que aquí viven transitan o han transitado todas las formas del cirujeo: en la ciudad y en la quema o relleno, en el Tren Blanco (ahora Camión blanco) y con el carro y el caballo. Esta actividad siempre fue un sustento para nuestras economías familiares, para algunas de emergencia, para otras permanente.
Formamos parte de la otra economía, la misma que genera que vivamos en un cuadro de situación social que trasciende lo marginal, y nos coloca al borde de la descomposición social. Somos el espejo donde esta sociedad no se quiere reflejar, lo que se quiere ocultar, como la basura: siempre en el patio de atrás, fuera de la vista y el olfato de la gente bien. Pero nosotros, como todos los habitantes de esta bendita tierra que es Argentina, queremos vivir y hemos luchado incansablemente por ser vistos y oídos. Las plantas sociales fueron, en ese sentido, un importante logro para todos nosotros.
Efectivamente, el programa de plantas sociales que impulsó Ceamse, tuvo como primer objetivo descomprimir el conflicto que se suscitó en los primeros años de este siglo el incremento de vecinos, que en busca de un sustento, llegaban al relleno. Llegaban como víctimas del genocidio económico neoliberal de los años 90, cuya crueldad no solo se expresó en la falta de oportunidades para nosotros y nuestros hijos, sino en conductas criminales, como la desaparición de nuestro compañero y vecino Diego Duarte en el año 2004.
Las plantas fueron entonces presentadas como una posibilidad de generar fuentes de trabajo genuino y digno para muchos compañeros. Sin embargo, luego de casi 9 años de lucha, este objetivo no se ha concretado. Si bien nosotros trabajamos cada día en la recuperación de residuos enterrando nuestro cuerpo en montañas de basura, no hemos podido concretar nuestro anhelo de ser reconocidos como prestadores de un servicio público y de ser remunerados en consecuencia.
Al contrario, apenas se nos permite vender aquello que podemos recuperar, diciéndonos que eso es una fuente de ingresos millonaria si se la sabe administrar. Mientras tanto, los abultados presupuestos que se destinan a saneamiento quedan en manos de empresas privadas. Justo el otro día preguntábamos a un funcionario porteño ¿Cuántas empresas de recolección estarían dispuestas a brindar su servicio sólo a cambio de vender los materiales que recuperan? Ninguna nos respondió. ¿Por qué tenemos que conformarnos nosotros, entonces? Nadie nos da una respuesta a esa pregunta, pero parece que nosotros debiéramos aceptar y agradecer lo que ningún capitalista estaría dispuesto siquiera a considerar. .
Mientras tanto, las políticas públicas de los últimos años parecen más destinadas a dificultar que a afianzar la actividad de reciclado, la única alternativa social, económica y ambientalmente viable frente al agotamiento del actual modelo de gestión de los RSU.
En tal sentido, vemos que permanentemente se intenta evitar que nuestra actividad sea formalmente reconocida como un trabajo, realizado por trabajadores de oficio calificados y generadora de materia prima industrial. Sabemos que el reciclado es una fuente de recursos estratégica en el marco del camino que ha elegido la Argentina para campear el temporal desatado por la crisis internacional consistente, como Ud. ha señalado, en la industrialización sustitutiva y la restricción de importaciones.
Sin embargo, nuestra actividad –a instancias de CEAMSE y de las empresas prestadoras de servicio de saneamiento ambiental- está enmarcada en la informalidad total, tanto en lo que respecta al trabajo que desarrollamos como a la comercialización de nuestra producción, construyendo cuasi monopsodios, sobre todo en lo que respecta a materiales como papel, vidrio, y PET.
Cuando planteamos y/o reclamamos se nos reconozca como trabajadores de esta nueva actividad los organismos e instituciones nos dicen que no hay recursos para tal cuestión, a lo que nosotros respondemos, lo que no hay es voluntad de lograrlo y/o generarlo. De hecho, una Ley de Envases permitiría en parte comprender este reclamo, como así también considerar los volúmenes no enterrados, prologando la vida útil del relleno e incrementado la posibilidad de contar con recursos financieros para atender nuestros reclamos
Sin embargo, nuestras propuestas nunca son escuchadas, no se nos tiene en cuenta, como decimos en el barrio: nos ningunean. A lo sumo se nos ofrece ayudarnos a tramitar subsidios destinados a poblaciones inempleables o vulnerables. Pero nosotros nos consideramos trabajadores de oficio, pioneros en el reciclado en Argentina, aún cuando esta actividad fue prohibida por un decreto ley de la dictadura genocida.
Nosotros somos los que sabemos acerca de cómo manejar los residuos. El reciclado no llego a la argentina de la mano de ninguna empresa u ONG internacional ecologista, que hoy nos invita a admirarlos y a aprender de cómo hacen en Europa, pretendiendo implantar sus conceptos, como ”basura cero”. El reciclado no llegó tampoco por los millonarios presupuestos de plantas modernas de valoración energética o MTB. -Tratamiento Mecánico Biológico. Ni llegó de la mano de CEAMSE, que fue producto del modelo de gestión de residuos ideado por la dictadura que criminalizó el reciclado. El reciclado existe en la Argentina realmente desde hace más de 130 años, aunque nunca se haya dado un tratamiento adecuado los protagonistas del sector. Esta es la base central de nuestros reclamos: QUEREMOS SER ESCUCHADOS, TENIDOS EN CUENTA Y TOMADOS EN SERIO. NOS MANTIENEN EN LA INFORMALIDAD, SIN LOS DERECHOS LABORALES CONSTITUCIONALES, JUGÁNDONOS LA SALUD, MIENTRAS LAS EMPRESAS DEL SECTOR HACEN MAGNÍFICOS NEGOCIOS!!!.
Por eso, le informamos y pedimos a Usted, señora presidenta, que ha hecho de la inclusión social uno de los paradigmas de su gestión, que nos ayude a terminar con más de un siglo de indiferencia hacia nosotros, nuestro saber hacer y nuestros padecimientos.
Lo que reclamamos es que se nos tenga en cuenta al pensar el nuevo modelo de gestión de los residuos. Hoy en día participan de esa discusión diversos actores Acumar, Ceamse, Greenpeace, Cels, Intercuencas, nosotros) y nos interesa participar para lograr la potenciación de lo que ya hay, las plantas sociales y las cooperativas que en galpones, más o menos equipados, públicos o privados, hacen su aporte concreto de recuperación de RSU. Para que así se formalice la inclusión social tantas veces declamada.
Seria de ingratos no reconocer cuánto nos han ayudado a resolver urgencias programas como el “Argentina Trabaja” o la Asignación Universal por Hijo, entre otros. Pero ahora queremos también que se nos reconozcan nuestros derechos como trabajadores calificados que somos, con legítimas pretensiones de participar del esfuerzo colectivo que hacen todos los argentinos para mantener limpia su casa, su ciudad, su provincia. Si CEAMSE cobra por contaminar, nosotros queremos cobrar por reciclar.
Presidenta: Desde hace años y por generaciones, venimos realizando con nuestras manos la actividad ecologista por excelencia, la que marcará el futuro de nuestra era. Sabemos del potencial productivo de nuestra actividad, solo queremos ser sujetos de derechos por nuestro trabajo y sabemos que Ud. tiene la fuerza y la voluntad para profundizar este modelo, que parió nuestro pueblo y el coraje de Néstor Kirchner y continúa Ud. con la vista y el corazón puesto en todos los argentinos, pero en particular, en los que menos tenemos.
En concreto, queridísima Compañera, le solicitamos acompañe nuestro reclamo de ser reconocidos como trabajadores y sujetos de derechos por la actividad que desarrollamos en beneficio de el conjunto de nuestra sociedad toda. Presidenta, queremos ser artífices de nuestro propio destino y no instrumento de la ambición de tantos.
Aguardando, seguros de que Ud. tomará como propio nuestros reclamos y necesidades, le solicitamos nos permita conversar con Ud. a fin de encaminar esta posibilidad. Aguardando vuestra repuesta la saludamos muy afectuosamente.
PLANTAS SOCIALES DE SEPARACIÓN Y RECICLADO: LA ESPERANZA DEL REY, SOTRACOM, LAS PILETAS,
TREN BLANCO, 3 DE MAYO, LA ESPERANZA, INDEPENDENCIA
LOS PIBES DE LA MONTAÑA, ECOMAYO. LAS QUE HAN DADO TRABAJO A MAS DE 800 TRABAJADORES.
Contacto: 1554875042
utopiacomunitaria@yahoo.com.ar
Reinstalar la movilidad social ascendente que caracterizó a la República Argentina requiere comprender que los problemas de la pobreza no se solucionan desde las políticas sociales, sino desde las políticas económicas. (“Discurso del Señor Presidente de la Nación, Doctor Nestor Kirchner ante la Honorable Asamblea Legislativa”, 25 de mayo de 2003)
Grito Cartonero ¡!
José León Suárez, 11 de junio de 2012
Compañera Presidenta.
Dra. Cristina Fernández de Kirchner:
De nuestra consideración.
El objeto de la presente es poner en vuestro conocimiento las circunstancias que desatan el constante conflicto que transitamos los trabajadores de las plantas sociales que funcionan en el predio de el Ceamse, más precisamente en el relleno Norte III. Estas “plantas sociales” son el cobijo donde casi 800 trabajadores desempeñamos la tarea de minimizar y reutilizar los residuos sólidos domiciliarios, los cuales son generados en los millones de hogares ubicados en la Ciudad de Buenos Aires y constituyen la mitad de los residuos que se generan en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires. En este sentido, nuestra actividad es la única tarea real en pos del cuidado del medio ambiente. Casi todos nosotros vivimos en los barrios que se erigen alrededor del relleno y del río Reconquista, que le da nombre a nuestra región conocida como el Área Reconquista.
Nuestras casas han sido construidas sobre antiguos basurales clandestinos, por eso esta zona es hoy un territorio que fue recuperado para ser habitado por decenas de miles de familias. Y aunque peleamos cada día por progresar, y no nos resignamos, tenemos que convivir con las consecuencias de ser una zona de enterramiento de basura, lo cual repercute en nuestra calidad de vida, siempre amenazada por las enfermedades crónicas y degenerativas, la contaminación y las plagas, y la falta de infraestructura para atender el daño ambiental que produce la basura que se genera en otros barrios, pero que siempre viene a los nuestros.
Usted, Sra. Presidenta, sabe que nuestra región es reconocida por ser una zona en la que el cirujeo ha sido desde hace décadas un refugio constante frente a la pobreza, habiéndose hecho tristemente célebre desde los fusilamientos de J.L.Suarez.
Las familias que aquí viven transitan o han transitado todas las formas del cirujeo: en la ciudad y en la quema o relleno, en el Tren Blanco (ahora Camión blanco) y con el carro y el caballo. Esta actividad siempre fue un sustento para nuestras economías familiares, para algunas de emergencia, para otras permanente.
Formamos parte de la otra economía, la misma que genera que vivamos en un cuadro de situación social que trasciende lo marginal, y nos coloca al borde de la descomposición social. Somos el espejo donde esta sociedad no se quiere reflejar, lo que se quiere ocultar, como la basura: siempre en el patio de atrás, fuera de la vista y el olfato de la gente bien. Pero nosotros, como todos los habitantes de esta bendita tierra que es Argentina, queremos vivir y hemos luchado incansablemente por ser vistos y oídos. Las plantas sociales fueron, en ese sentido, un importante logro para todos nosotros.
Efectivamente, el programa de plantas sociales que impulsó Ceamse, tuvo como primer objetivo descomprimir el conflicto que se suscitó en los primeros años de este siglo el incremento de vecinos, que en busca de un sustento, llegaban al relleno. Llegaban como víctimas del genocidio económico neoliberal de los años 90, cuya crueldad no solo se expresó en la falta de oportunidades para nosotros y nuestros hijos, sino en conductas criminales, como la desaparición de nuestro compañero y vecino Diego Duarte en el año 2004.
Las plantas fueron entonces presentadas como una posibilidad de generar fuentes de trabajo genuino y digno para muchos compañeros. Sin embargo, luego de casi 9 años de lucha, este objetivo no se ha concretado. Si bien nosotros trabajamos cada día en la recuperación de residuos enterrando nuestro cuerpo en montañas de basura, no hemos podido concretar nuestro anhelo de ser reconocidos como prestadores de un servicio público y de ser remunerados en consecuencia.
Al contrario, apenas se nos permite vender aquello que podemos recuperar, diciéndonos que eso es una fuente de ingresos millonaria si se la sabe administrar. Mientras tanto, los abultados presupuestos que se destinan a saneamiento quedan en manos de empresas privadas. Justo el otro día preguntábamos a un funcionario porteño ¿Cuántas empresas de recolección estarían dispuestas a brindar su servicio sólo a cambio de vender los materiales que recuperan? Ninguna nos respondió. ¿Por qué tenemos que conformarnos nosotros, entonces? Nadie nos da una respuesta a esa pregunta, pero parece que nosotros debiéramos aceptar y agradecer lo que ningún capitalista estaría dispuesto siquiera a considerar. .
Mientras tanto, las políticas públicas de los últimos años parecen más destinadas a dificultar que a afianzar la actividad de reciclado, la única alternativa social, económica y ambientalmente viable frente al agotamiento del actual modelo de gestión de los RSU.
En tal sentido, vemos que permanentemente se intenta evitar que nuestra actividad sea formalmente reconocida como un trabajo, realizado por trabajadores de oficio calificados y generadora de materia prima industrial. Sabemos que el reciclado es una fuente de recursos estratégica en el marco del camino que ha elegido la Argentina para campear el temporal desatado por la crisis internacional consistente, como Ud. ha señalado, en la industrialización sustitutiva y la restricción de importaciones.
Sin embargo, nuestra actividad –a instancias de CEAMSE y de las empresas prestadoras de servicio de saneamiento ambiental- está enmarcada en la informalidad total, tanto en lo que respecta al trabajo que desarrollamos como a la comercialización de nuestra producción, construyendo cuasi monopsodios, sobre todo en lo que respecta a materiales como papel, vidrio, y PET.
Cuando planteamos y/o reclamamos se nos reconozca como trabajadores de esta nueva actividad los organismos e instituciones nos dicen que no hay recursos para tal cuestión, a lo que nosotros respondemos, lo que no hay es voluntad de lograrlo y/o generarlo. De hecho, una Ley de Envases permitiría en parte comprender este reclamo, como así también considerar los volúmenes no enterrados, prologando la vida útil del relleno e incrementado la posibilidad de contar con recursos financieros para atender nuestros reclamos
Sin embargo, nuestras propuestas nunca son escuchadas, no se nos tiene en cuenta, como decimos en el barrio: nos ningunean. A lo sumo se nos ofrece ayudarnos a tramitar subsidios destinados a poblaciones inempleables o vulnerables. Pero nosotros nos consideramos trabajadores de oficio, pioneros en el reciclado en Argentina, aún cuando esta actividad fue prohibida por un decreto ley de la dictadura genocida.
Nosotros somos los que sabemos acerca de cómo manejar los residuos. El reciclado no llego a la argentina de la mano de ninguna empresa u ONG internacional ecologista, que hoy nos invita a admirarlos y a aprender de cómo hacen en Europa, pretendiendo implantar sus conceptos, como ”basura cero”. El reciclado no llegó tampoco por los millonarios presupuestos de plantas modernas de valoración energética o MTB. -Tratamiento Mecánico Biológico. Ni llegó de la mano de CEAMSE, que fue producto del modelo de gestión de residuos ideado por la dictadura que criminalizó el reciclado. El reciclado existe en la Argentina realmente desde hace más de 130 años, aunque nunca se haya dado un tratamiento adecuado los protagonistas del sector. Esta es la base central de nuestros reclamos: QUEREMOS SER ESCUCHADOS, TENIDOS EN CUENTA Y TOMADOS EN SERIO. NOS MANTIENEN EN LA INFORMALIDAD, SIN LOS DERECHOS LABORALES CONSTITUCIONALES, JUGÁNDONOS LA SALUD, MIENTRAS LAS EMPRESAS DEL SECTOR HACEN MAGNÍFICOS NEGOCIOS!!!.
Por eso, le informamos y pedimos a Usted, señora presidenta, que ha hecho de la inclusión social uno de los paradigmas de su gestión, que nos ayude a terminar con más de un siglo de indiferencia hacia nosotros, nuestro saber hacer y nuestros padecimientos.
Lo que reclamamos es que se nos tenga en cuenta al pensar el nuevo modelo de gestión de los residuos. Hoy en día participan de esa discusión diversos actores Acumar, Ceamse, Greenpeace, Cels, Intercuencas, nosotros) y nos interesa participar para lograr la potenciación de lo que ya hay, las plantas sociales y las cooperativas que en galpones, más o menos equipados, públicos o privados, hacen su aporte concreto de recuperación de RSU. Para que así se formalice la inclusión social tantas veces declamada.
Seria de ingratos no reconocer cuánto nos han ayudado a resolver urgencias programas como el “Argentina Trabaja” o la Asignación Universal por Hijo, entre otros. Pero ahora queremos también que se nos reconozcan nuestros derechos como trabajadores calificados que somos, con legítimas pretensiones de participar del esfuerzo colectivo que hacen todos los argentinos para mantener limpia su casa, su ciudad, su provincia. Si CEAMSE cobra por contaminar, nosotros queremos cobrar por reciclar.
Presidenta: Desde hace años y por generaciones, venimos realizando con nuestras manos la actividad ecologista por excelencia, la que marcará el futuro de nuestra era. Sabemos del potencial productivo de nuestra actividad, solo queremos ser sujetos de derechos por nuestro trabajo y sabemos que Ud. tiene la fuerza y la voluntad para profundizar este modelo, que parió nuestro pueblo y el coraje de Néstor Kirchner y continúa Ud. con la vista y el corazón puesto en todos los argentinos, pero en particular, en los que menos tenemos.
En concreto, queridísima Compañera, le solicitamos acompañe nuestro reclamo de ser reconocidos como trabajadores y sujetos de derechos por la actividad que desarrollamos en beneficio de el conjunto de nuestra sociedad toda. Presidenta, queremos ser artífices de nuestro propio destino y no instrumento de la ambición de tantos.
Aguardando, seguros de que Ud. tomará como propio nuestros reclamos y necesidades, le solicitamos nos permita conversar con Ud. a fin de encaminar esta posibilidad. Aguardando vuestra repuesta la saludamos muy afectuosamente.
PLANTAS SOCIALES DE SEPARACIÓN Y RECICLADO: LA ESPERANZA DEL REY, SOTRACOM, LAS PILETAS,
TREN BLANCO, 3 DE MAYO, LA ESPERANZA, INDEPENDENCIA
LOS PIBES DE LA MONTAÑA, ECOMAYO. LAS QUE HAN DADO TRABAJO A MAS DE 800 TRABAJADORES.
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